El proyecto consiste en la transformación de una pequeña refaccionaria automotriz, a un espacio de trabajo para EZ TALLER.
El suelo original de hormigón, con un acabado austero, había desarrollado grietas debido a su uso. Estas imperfecciones se rellenaron con resina, protagonizando uno de los detalles de la oficina. El color verde vibrante, evocador de los anticongelantes automotrices, añade un toque visual único que nos recuerda el uso previo del inmueble.
Se construyó un muro-celosía exterior que no solo proporciona seguridad, sino también privacidad y sombra durante el ocaso. Para lograr una solución rápida y económica, se optó por el uso de bloques de concreto rellenos. Este material crea un juego dinámico de sombras a lo largo del día, añadiendo un elemento estético y funcional al diseño.
